Cine Rex | Salta | Republica Argentina |
Siempre leo el blog, y siempre es divertido. Tantos cines y saunas y lugares para pasarla bien durante unos momentos para después volver cada cual a sus vidas. Con la calentura y los ratones apaciguados.
Luego de dar una mamada o recibirla, o inclusive cojer a full. Uno desanda el camino y vuelve a casa-el laburo-la facultad, donde volvemos a ser nosotros mismos. Un profesional, un estudiante, un laburante, un esposo…
Las teteras, saunas y cines son el refugio donde podemos dar rienda suelta a nuestros impulsos y refugiados en el anonimato desenchufarnos de nuestras vidas y obligaciones.
Ya sea alguien de closet que va cada par de semanas a tranquilizar el gay encerrado o un tipo asumido que gusta de pasarla bien en algún momento del día.
Todos tienen algo en común: Buscamos sexo. Y si, los lugares donde lo encontramos no suelen ser los más “convencionales”.
Nos hace esto malas personas?; Nos convierte en unos degenerados?; Dejamos de ser “material para pareja” solo por frecuentar un cine?
PARA NADA. Pero tristemente aun pesa un estigma sobre estos lugares-tan amados por nosotros-. Para muchos mojigatos -si, volvemos a las locas malas- quienes “van a esos lugares”.
Somos unos degenerados,enfermos,monstruos incogibles, y para más inri TODOS TENEMOS SIDA.
-Lo gracioso del caso, es que en los cines es donde encontré mas tipos que se cuidan y ante todo avisan “cojo con forro”-
En Buenos aires, tienen una variedad de lugares para cojer y disfrutar en el anonimato.
En Salta, solo tenemos uno. Y reúne todas las condiciones de sus peores lugares.
El cine Rex. Ubicado en avenida San Martín 1.170, entre Gorriti y Esteco, cerca del Paseo de los Poetas. A metros de la famosa peña Balderrama. Bien a la vista del público. Hay que tener BOLAS -y muy llenas- para entrar, luego de pagar en la boletería los $40 de la entrada.
El lugar, es viejo, algo o muy sucio dependiendo del día y para hacerla corta, el mantenimiento es ese primo lejano con el que perdió contacto hace ya varios años.
Con butacas rotas, dos salas donde solo se proyectan películas para heteros y un techo que es mejor no mirar. El lugar parece un escenario de Silent Hill.
Pero como ya dije, es EL ÚNICO cine porno que tenemos los salteños.
Y Salta cumple con aquello de “Pueblo chico, infierno grande”. Entonces el cine se convierte tanto en el único lugar para un “desahogo”, como el lugar mas estigmatizado y mal visto de la comunidad gay salteña.(solo hace falta echarle un vistazo al tablero de manhunt para darse cuenta de esto).
Para quienes vamos al cine, muchas veces puede ser molesto todo lo que se genera alrededor de este. Pero ante la urgencia de calmar las ansias, se soporta…
Adentro se puede encontrar de todo, tipos maduros, jóvenes y treintañeros y en muy pocas ocasiones algún travesti. El clima por lo general es bastante calmado, con poca gente y más puntualmente muy pocos activos.
Es una lotería llegar y que este con buena concurrencia y hay que contar con mas suerte aun para que estén presentes un par de activos.
Por lo demás-y dejando de lado las condiciones del lugar- se la puede pasar bastante bien. Ya sea conversando o tomando algo.
El cine cuenta con dos salas. La sala principal. Bastante grande que tiene un pequeño “escenario” donde se sientan a sobarse la verga cual pescador a la espera de algún chongo. Iluminada apenas por la luz del proyector. Aquí suelen armarse unas jodas bastante copadas y algún que otro gang bang del que ya hablare.
La sala de la parte superior, es mas pequeña e iluminada, y cuenta con un improvisado “dark room” en un baño. Siempre acompañado por la suerte, se arman jodas y franelas muy entretenidas.
En mi experiencia y al ser versátil, mas activo y -modestia aparte, posta- con buena chota, suelo ir hasta el escenario de la sala principal y en la penumbra pelar verga al palo y sobarla durante unos momentos, siempre llega un pasivo copado y ansioso de verga que me hará el favor de mamarla. Y si las cosas dan para mas…. no suelo tener problemas en darlo vuelta y cojerlo ahí mismo, esto calienta a los demás que suelen acercarse a mirar y se animan a cojer y petear. Romper el hielo, como quien dice.
“Pueblo chico, infierno grande”
La ciudad de Salta tiene MUCHO de pueblo. En un post anterior “Mean gays“, hable un poco sobre las locas malas salteñas y su tendencia a juzgar y fastidiar. Esta misma gente es la que se encarga de cada tanto escarchar y mandar al frente en las redes sociales a quienes concurren al cine Rex.
Desde sentarse frente al cine para tomar fotos de quienes entran y salen-esto paso ya hace algunos años- hasta directamente ingresar al cine solo para mirar y vigilar de primera mano “quien esta y que hace”. Al día siguiente las redes sociales de ámbito gay estarán repletas con los comentarios y mala leche de estas locas, carmelitas descalzas que se justifican diciendo que hacen una obra de bien a la comunidad -gay-, al “mandar al frente a los sidosos del Rex”. No sea cuestión que algún gay inmaculado y de extrema pureza se llegara a interesar en alguno de estos “degenerados”.
Así es el panorama, en una ciudad donde es muy difícil encontrar algo de diversión y el único lugar para conseguirla -en Internet los gays salteños son los mas vuelteros- se torna en algo sórdido y pecaminoso…
Nos hace malas personas el asistir a un “cojedero”? Merecemos estar marcados por las malas lenguas de quienes vigilan este lugar?
Conocí a Mariano en el Rex un día que me la chupo como solo el puede hacerlo-el chabon te lleva al cielo con sus mamadas- Y mas allá del “estuvo bueno” y cada cual a lo suyo, nos quedamos conversando y me cayo de maravillas. Con el tiempo nos hicimos buenos amigos y siempre quedamos en vernos en el cine para descargar y recibir. Una noche de particular concurrencia, mi amigo estaba haciendo un pete en el escenario, y yo con los ojos cerrados disfrutaba como loco, al abrirlos….una ronda de tipos con verga en mano…
Mariano, de rodillas empezó la tarea de mamar cada una de las vergas. Fue algo increíble.
Mientras el estaba ocupado con uno, el resto nos pajeábamos entre nosotros, tocábamos ortos y los besos eran de lo mejor. Una linda escena de peli porno.
Mariano es enfermero, bastante bueno y dedicado a su labor. Un buen tipo. Laburante. Tipo de familia y bastante copado. Ningún monstruo degenerado.
Ricardo, es un viejo conocido. Un morocho fichero y con toda la onda. Compartimos trío y alguna que otra “joda”. Un versátil de buena chota y tremendo orto. Cuando nos cruzamos en el cine siempre terminamos con mutuos petes.
El es quizás quien más sufrió los escraches en manhunt, y es común ver posts de resentidos a quienes no les dio “cabida”, tratarlo de engreído o enfermo. Si tenes buenos atributos y la mejor de las ondas. Podes pasar un buen momento con Ricardo, para después compartir una charla con cerveza. El es muy sociable.
Un tipo culto, bastante inteligente y profesional intachable. Acá tampoco hay un monstruo.
No entiendo como es que hay TANTOS gays, a quienes les cuesta admitir que se puede llevar una vida normal y que no influye en nada la vida sexual de cada cual al momento de generar juicios de valor. El sexo es para vivirlo y disfrutarlo. Puedo dar fe-como muchos más- de que luego de un día estresante y muy pesado, ir al cine y DESCARGAR todo, realmente ayuda. Vuelvo a casa ya tranquilo y con la mente despejada.
Pero parece que esa misma moralina que mantiene a los “gays decentes” en cerrados en su auto-forzada castidad es la que los lleva a convertirse en esos seres tan despreciables.
Créanme cuando les digo que les hace falta una pija. Vivirían mejor si cojieran mas. Y no estarían tan al pendiente de la vida de los demás.
Pero claro, en su intento de “marcar” a “los del Rex” es que solo generan que nadie quiera estar cerca de ustedes.
Resignado al “es lo que hay, LO UNICO QUE HAY“; Es que dejo de lado todos los pensamientos y temores que me solía generar la constante vigilancia de las locas malas y me aventuro al cine.
En el cine conocí muchos tipos muy copados y si, hice algunos amigos. Conversando te das cuenta que todos somos gente común y corriente con vidas y laburos. Solo buscamos pasarla bien y durante unas hs el cine se convierte en un mundo aparte de la sociedad salteña.
Mas una tetera que un cine, el Rex por años fue la fuente de escape de muchos. Espero que se mantenga por un tiempo más.
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