¿Debo revelarme como seropositivo? (Encuesta).

Ale K | Reflexiones | HIV |

Hace mucho tiempo que escribo sobre el tema pero, entre que vamos teniendo más lectores y que el tema no se agota, vuelvo sobre aquello de si:

¿Debe una persona seropositiva revelar su estado al mantener relaciones sexuales?

Está claro que es una decisión personal, pero la gente se lanza como loca a afirmar  “claro que tiene que decirlo“… pero esas son las mismas que se pasan el fin de semana cogiendo como cerdas en la sauna con el primero que se ponga por delante, y muchas veces sin tomar las debidas precauciones. La gente que defiende esta postura (por supuesto, todos seronegativos) argumentan que tienen derecho a saber el estado de la persona con la que se acuestan. A lo que yo contesto:

1. También existe el derecho a la intimidad de la otra persona. En un polvo express no podes pretender que te cuenten algo de tal calibre.
2. Un “si me entero te mato” tiene sus riesgos, pero así es la vida. También podes viajar en avión y este estar piloteado por la Xipolitaquis o como el vuelo 9525 Barcelona – Düsseldorf estrellarte en Los Alpes franceses. Ahora, ante esto ¿vas a dejar de viajar en avión?
3. Seguro que alguna vez has preguntado eso de “¿estás sano no?” o su variante “ todo bien nooooooooo???” y la otra persona te habrá dicho “Pero claro!!!”. Y vos que sos tan pero TAN inteligente te quedas tranquilo porque es muy, muy lindo y rubio, tiene auto, titulo de abogado, habla 3 idiomas, es un caballero en la cama y tiene tarjetas black de varios bancos…  Todos indicadores INDISCUTIBLES de que es seronegativo….

(Esto lo cuento, porque me lo comentan como fundamentación en el consultorio, chicos que saben muy poco de higiene sexual, y no me refiero a estar bañaditos para salir a garchar….

La verdad es que tenemos por lo menos tres variantes:

c.1 Tranquilo, te dijo la verdad

c.2 Te mintió

c.3 Es seropositivo y no te ha mentido porque no lo sabe

Lo siento, sé que acabo de darte un martillazo. Pero… pero, no somos tontos. Siempre hago incapié en que si uno pregunta este tipo de cosas es porque: “garcha a pelo”, o haces cosas que no deben hacerse. Así que a lo mejor deberías hacerte algunos test…

Y es que, te digan lo que te digan hay que usar condón siempre. Por cierto, si la otra persona te dice que tiene VIH tampoco es para morirse ¿eh? Para tu información hoy en día en Argentina hay 160.000 portadores del VIH y de ellos, se estima que el 60%  no saben que lo son. Así que sacando cuentas. Probablemente has estado con algún seropositivo sin saberlo y él tampoco….

Estos datos de Argentina son superiores a la de la media mundial, donde calculamos que el 60 por ciento desconoce su situación, por lo que la brecha es demasiado grande”, sostiene por su parte Alberto Stella, responsable de Onusida Argentina, quien informó que en el mundo existen unas 35 millones de personas que viven con el virus.

Y ahora es cuando te llevas las manos a la cabeza ¿no? Y tras este dato, pongámonos en situación. Es sábado noche, estás dándolo todo bailando Your Disco Needs You con Kylie soberbia por los bafles cuando ese chongo que tanto te gusta se te acerca… y terminas en su casa.

Analicemos distintas variables:

1. Te dice que es seropositivo cuando ya te tiene en la cama a punto caramelo. Te quedas muerta, el batido se te aplasta pero: ¡el Twist esta de moda! Te incorporas, lo insultas, le decís de todo y te marchas para no volver a verlo. Pero en ese caso, según la mayoría de la gente, él ha actuado correctamente. Y vos sos una loca histérica mal cogida (o directamente no cogida) y probablemente te hayas portado como una reverenda hija de puta.
2. Te clavas un polvo brutal con todas las precauciones del mundo. A la mañana siguiente, él te cuenta que es seropositivo. Vos te quedas lacia, lo insultas, le decís de todo y te marchas para no volver…
   Él ha sido un HDP, según vos, pero como tomaron todas las precauciones… Entonces ¿cuál es el problema? Probablemente te hayas vuelto a comportar…. Si, otra vez, como una hija de puta.
3. Te echas un polvo brutal sin precauciones. A la mañana siguiente, él te cuenta que es seropositivo. Otra vez lacia y atormentada por amor, como Luisa Kuliok, te incorporás lo insultas, le decís de todo y te marchas para no volver a verle. ¿No se te está yendo la mano? Digo… si no usaron forro ahora hay que hacerse cargo de lo que viene… y esto es tan azaroso que tal vez no venga nada, salvo unos días de nervios y fobia social que no te dejará ir al boliche, o sea un cagazo padre hasta que abras el sobre de los análisis y te digan que todo está OK. Y si no… ¿quien te quita lo bailado?? O lo garchado…
4. Te dice que es seropositivo cuando se van a meter en la cama. Lo pensás. Relativizas el asunto y ya. Te preocupa la situación pero es normal. No te volvés loco, no insultas. Igual no hay polvo, pero te quedas para hablar de la situación y tomar unos mates, mientras ven el video de la rosadita y se preguntan como sobrellevaran sus vidas Ileana Calabró y el Rossi, llegan a la conclusión que ellos SI tienen problemas! A la noche irán al cine y al teatro, dormirán en su casa y tal vez pase algo…  ¡Está lindo el pibe!
5. Te echas un polvo brutal con o sin precauciones. A la mañana siguiente, él te cuenta que es seropositivo. Te da rabia, pero entendes que no te lo haya dicho antes. Lo hablas con él.

De todo este trance que hemos pasado, nos queda el culo lleno de preguntas: ¿que crees que es lo más “sensato”, “justo” y “responsable”? ¿Decirlo antes? Puede ser. Pero ¿y el miedo de la otra persona al enfrentarse a las opciones A, B y C? Son las respuestas más comunes pero también las más injustas ¿no? Y es que se nos olvida, el OTRO, que en todos casos la responsabilidad es compartida entre los dos (o entre los que sean). Que al día de  hoy toda la información está a un click de distancia y que no es justo culpar al otro (al seropositivo) de una decisión tomada también por VOS. Una decisión que conlleva sus riesgos, pero nene, se SUPONE que sos adulto y que sabes dónde te metes (y por dónde)

Les quiero contar que se puede, que realmente se puede, que si con todos los fundamentos anteriores no les alcanzó les recomiendo leer una columna escrita en primera persona por un compañero: Fede Goyena.

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