Recorriendo teteras por el centro.

El martes de esta semana, después de un fin de semana largo, andaba con ganas de hacer algo.

Tuve que ir al centro por un trámite y quedé libre a las 10:30. Como era temprano para ir a un cine (pensaba ir a alguno de Hipolito Yrigoyen) decidí hacer tiempo en Lavalle Vip.

Entré y me asignaron la cabina 17. Lamentablemente no dá para hacer nada, ya que queda en el pasillo que se vé desde el mostrador, por lo que no se puede yirar mucho porque en seguida se dan cuenta de que pasa algo. Además, estas cabinas que están en la sección de adelante, le cambiaron el policarbonato traslucido que tenían por uno completamente transparente, lo que te deja mas expuesto y no complica las cosas (despues verifiqué que las cabinas de atrás mantienen el policarbonato traslúcido).

Para ver si de todas formas podía hacer algo, entré al chat de homocity con un nick de “lavalle-vip” a ver si aguien que estaba ahi picaba. No me contactó nadie de ahi, pero si me contactaron 3 que supuestamente estaban por el centro. Dos después de darme algo de charla me dijeron que eran taxis, por lo que les di las gracias y terminamos el chat. Un tercero “Maduro centro”, me dijo que estaba en una oficina solo en Cordoba al 400 (a 6-7 cuadras de Lavalle Vip). Que si quería ir, tenía tiempo hasta las 12:30. Me dijo que tenía 50 años (yo tengo 52) y una pija de 14 cm.

Le dije que sí, porque me calentó hacerlo en un lugar de trabajo, con la adrenalina que eso me genera.

Salí para allá inmediatamente (serían las 11:15) y llegué a la cuadra en cuestión. La dirección era un edificio muy grande, con una garita de seguridad en la puerta (que mi amigo me había dado como referencia). Antes de entrar, paso por un kiosco y compro forros saborizados.

Llego a la puerta, que está abierta. De todos modos, llamo por el Portero electrico para tantear el terreno. No me contestan y mientras estoy esperando llega el portero y me pregunta a donde voy. Le digo “al piso xx”. Cual departamento ?-me dice. El “x”-Contesto. Ahhh, el contador ?-dice. Yo contesto: Si (ahí me entero que era un estudio contable). Pasá, pasá-me dice.

A pesar de que quería avisar por Portero eléctrico antes de subir, no me quedan muchas alternativas y paso, tomo el ascensor y llego al piso en cuestión. Me paro en la puerta del departamento, dudo un poco (siempre a último momento termino tomando la decisión) y toco el timbre bien cortito. Si no me atiende rapido, me voy, pienso.

Sin embargo, al toque abre la puerta, no del todo. Yo le digo “Jorge”. El me dice “Pasá”. El tipo tenía 50 años, era delgado, medio morocho de piel y canoso. Yo pasé y me tocó la cola al pasar. Ahí me quedé clavado y me empezó acariciar la cola, me hablaba al oído muy bajito (no entendía que decía) y yo tiré mi mano para atrás y le toqué el bulto como pude.

Ahi me dijo “vayamos allá” y me llevó a una oficinita (el departamento solo tenía dos ambientes y un baño) con un escritorio. El se paró delante del escritorio y  se bajó los pantalones. La pija que tenía era chica (como él me había dicho). Me dijo “tocala”. Yo le dije que se pajeara un poco, así le ponía el forro, pero el me dijo que solo se la iba a parar si yo se la tocaba. Que si no quería hacerlo, que dejáramos todo asi y listo.

Yo, que quería hacer algo, se la empecé a tocar y, tal como él me había dicho, se le empezó a poner dura.

En cuanto estubo bien dura (no tardó mucho) le calcé el forro, me arrodillé y se la empecé a chupar.

Estuvimos un buen rato, disfrutando el momento. Deben haber sido unos 15 minutos. Yo arrodillado y el con la pija bien dura. Cada tanto me la sacaba de la boca y lo miraba desde abajo mientras lo pajeaba. Me calentaba mucho la situación de que llegara alguien y tuviéramos que dar alguna explicación de quien era y que hacía ahi (no se me hubiera ocurrido que decir).

De la calentura que tenía acabé dos veces casi sin tocarme, sobre el piso de parquet. Después de la 2da acabada le dije “no puedo mas” y dejé de chuparlo. Estaba agotado. Él empezó a pajearse y a los 10 segundos acabo adentro del forro.

Yo limpié el piso con unos papeles, junte el envase del forro y pasé por el baño a enjuagarme.

Sin una palabra mas que “chau” abrí la puerta y me fui. Nada de cruzar teléfonos ni preguntar si podía volver. Asi me gusta a mi. Express y anónimo. Igual si lo vuelvo a cruzar en algún chat, voy de nuevo….

Para terminar, como se habían hecho las 12, me fui al cine Equis de Yrigoyen. Igual estaba muerto, no podía hacer mucho. Estuve un rato, me hice apoyar por un viejo y pellizcarme la tetillas mientras me pajeaba. Acabé (muy poco) me acomodé la ropa y volví a casa, hasta la próxima recorrida.