El hecho de estar en un cogedero no quita que puedas estar en pareja, e incluso encontrarla cuando ni la buscás…
Cuento mi historia por si a alguien le sirve para sentirse mejor, para no sentir que todo está perdido: hace casi un año no estaba pasando un buen momento: hacía un tiempo ya, me habían detectado HIV. Estaba mal, iba a un cogedero solo para descargar, me decía a mi mismo: “quien me va a agarrar a mi con esta enfermedad de mierda?…”.
Un día, estaba ahí parado, pensando boludeces y con la mirada perdida en una película porno cuando me dicen “hola”. Me doy vuelta a un costado y había un lindo tipo, en bolas como Dios lo trajo al mundo, mirándome fijamente. Después lo de siempre, cuatro palabras fuimos a una cabina y garchamos. Cuando acabamos nos sentamos, hablamos, fuimos a garchar de nuevo, fuimos a tomar un cafe…
Al día siguiente fuimos a cenar. Había muchísima onda. Después fuimos a su casa. En un momento me dice mostrándome unos análisis “vos estás sano no?”.
Y se me cayó el mundo encima. Porque no me dio para mentirle… Lo vi tan buen tipo que no pude… Tragué saliva (y mientras lo hacía pensaba: “listo, se terminó acá”), y le dije que tenía HIV. Para mi sorpresa me abrazó, me contuvo, y me llevo a la cama. No tuvimos sexo, y me dijo “yo te voy a cuidar”.
Desde ese día, del tema no se habló mas, mi enfermedad no forma parte de nuestra relación. Obvio que nos cuidamos, yo sobre todo lo cuido mucho a el, somos una pareja como cualquier otra, con algunos momentos complicados a veces, como todas, pero nada relacionado con mi enfermedad.
Alguno se preguntará para qué lo cuento? Para que a alguien le sirva. Si logré que aunque sea uno solo tenga algo de esperanza me considero hecho.
La entrada PROMISCUO: Conociendo a tú pareja en un cogedero, en bolas, como Dios nos trajo al mundo. aparece primero en Nosotros Y los Baños.