Soy brasileño, lector de Nosotros y los baños y viví en Buenos Aires por 9 meses en el 2015.
Esta semana volví a Buenos Aires para visitar unos amigos.
El martes 11 de octubre fui a Plaza Pakistán tipo 20h. Me quede unos minutos en la parte donde estacionan los carros, pero nada interesante había por ahí.
Fui caminando hacia Avenida Dorrego cerca de las rejas al lado del tren. Había un grupo observando dos hombres cogiendo y me quede ahí por unos segundos a ver que pasaba.
En ese momento veo llegando a ese hombre que me llamó la atención. El pasó por ese grupo y siguió caminando y yo fui tras el. Cuando me vio, paró al lado de un árbol dándome la oportunidad de acercarme. Le pregunte su nombre y me contestó Martín. El tiene 30 y pocos años, es alto, creo que más de 1,85, ojos claros, pelo rubio o castaño claro y una sonrisa increíble. Es muy hermoso, tipo macho hetero. No me recuerdo si antes o después que le contestara mi nombre nos besamos y nos abrazamos con una “pasión” y conexión que hace mucho yo no sentía. Dijo que estaba admirado porque yo le parecí muy decidido cuando me acerqué a él. Yo pregunté de donde el era y le conté que era de Brasil, que tengo 28 años y estaba en vacaciones ahí.
Me preguntó que hacia yo ahí y le dije en broma, que estaba perdido. Estuvimos ahí por varios minutos besándonos, abrazándonos y pajeándonos. Que pija rica de tenerla en la mano! Yo estaba muy excitado y como tenia gel le pedí que metiera el dedo en mi orto. En ese momento algunos tipos se juntaron a observarnos y Martín tenía la actitud de abrazarme para protegerme, que no nos vieran. Lo que me marcó en ese momento fueron los besos apasionados, los besos en el cuello y mordidas en la nuca. Eso me encanta. Yo quería ir a otra parte con Martín, para una cama, con privacidad, para entregarme, en la cual pudiéramos coger y quizás dormir juntos abrazados. Yo le abrazaba y sentía su masculinidad. Quería que ese momento durara por siempre.
Le propuse irnos para mi hotel, pero el dijo que tenia que irse porque tenia una cena. Me contó que vivía con la novia e iba no muy frecuentemente a Pakistán. El me propuso vernos el día siguiente para coger y me pasó su nombre en skype. Entiendo que su situación de casi casado no quisiera pasarme su celu. Su nombre de usuario en Skype era algo derivado de Martín, que no pude encontrar después. Agregué a un montón de gente con nombres parecidos a ese en Skype pero hasta ahora ninguno es el.
Cuando el dijo que se iba, yo dije que también quería irme de ahí. Le dije que era huésped en un hotel en Palermo entre la Av. del Libertador y las Heras, no lejos del antiguo Zoo de Buenos Aires y él dijo que vivía cerca del Botánico y quería protegerme, que ahí donde estábamos no era un buen ambiente, así que fuimos caminando juntos por Dorrego, cortamos por los bosques y llegando cerca de mi hotel el dijo que nos encontráramos el día siguiente a las 5h en una esquina al lado de mi hotel. Cuando llegamos a mi hotel le rogué que subamos a mi habitación para coger, o por lo menos 5 minutos para besarnos más. Martín no quiso porque estaba atrasado para su cena.
Le miré mientras seguía caminando para su casa y entré al hotel. Lo primero que hice fue ingresar a Skype pero no lo encontré, o por lo menos ninguno que tenía su nombre y foto en el perfil. Como les conté agregué unos perfiles esperando que algún fuera el suyo. Yo también le conté que tenía novia, soy tapado y estoy feliz así. Como viajé solo, podía salir de trampa. Les cuento que Martín me encanto por su sonrisa, su modo de actuar hetero protector y también tenia buen humor. Entiendo no me haya dicho su apellido, no quiso pasar su celular, solo me comentó que era ingeniero agrónomo y le conté también mi profesión.
El día siguiente estuve todo el día pensando si Martín iba estar a las 17 hs. en esa esquina. Además de ese encantamiento con él, el morbo que me daba recordar sus besos y cuando metió su dedo en mi orto, solo me hacia pensar en estar en una cama con ese hombre.
A las 5h de la tarde del día siguiente yo estaba en esa esquina y pronto me senté en las mesas que están afuera en el café que funciona en esa esquina. Ese día 12 de octubre por la tarde estaba por llover y al fin llovió cuando ya eran pasadas las 5h. Yo me quede ahí más de 1h30 mirando a todos que pasaban, y Martín ( así se llamará?) no apareció. No sabría explicarles mi frustración. Me ilusioné. Algo he entendido mal? Su nickname en skype? Habrá él pasado por ahí y no me vio porque yo estaba sentado. Le habré dicho algo que le asustó?
¿Por que no subió conmigo a mí cuanto para coger y quiso marcar para el día siguiente? ( me había dicho que lo podríamos hacer con más tiempo).
Acá les comparto mi historia no con la idea de darles morbo, aunque se me para la pija cuando imagino el dedo de Martín en mi orto mientras me besaba, pero me gustaría intentar entender que habrá pasado. Lo mejor seria poder encontrarme a “mi” Martín, no para pedir explicaciones o hacerle algún daño. A mi no me gusta hacer daño a nadie. Me da curiosidad saber que habrá pasado, pero lo que más quisiera era encontrarme a Martín y que el me llevara a la cama y hiciéramos el amor, que cogieramos por toda la noche. Podríamos mantener contacto, quizás ser amigos y coger cuando yo fuera a Buenos Aires o quizás el viniera a Brasil y cada uno seguiría viviendo su vida de heteros. Fui muy tonto de imaginar que una historia así nacería en Plaza Pakistán ? Como me encantaría que Martín leyera eso y entrara en contacto conmigo. Hoy llegue a Sao Paulo y no lo pude sacar de mi cabeza. Me recuerdo como me mordió la nuca y suspiro.
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