Maldad blanca | expulsión de fluidos | Sebastián |
Les cuento lo que me paso en fechas cercanas a la Pascua, acá en Adrogué, zona sur, sabiendo que en la capillita cerca de casa había confesión, entré y en el confesionario había tres personas mas para confesarse con el padre.
Me quede esperando sentado en uno de los bancos, ya que la iglesia estaba desolada, solo éramos esas personas y nadie mas. En fin, cuando me toca ir al confesionario, (ya que las demás personas habían pasado), sale el sacerdote, un morochón con barbita de unos 37 años aprox., saludándome y diciéndome que cerraría la puerta de la capilla, porque la hora de confesión había finalizado.
Pasa a sentarse dentro del confesionario, y comienza a hablarme, preguntando: ¿cuales eran mis pecados?
Empecé a comentarle mis pecaditos, y como el flaco me calentaba mas de la cuenta me arriesgue y se la tire…
No lo puedo evitar padre, miro mucho porno y me masturbo…
El padre parece haberse puesto un poco nervioso, y su tono de voz -es ahora- un poco mas temblorosa…
¿Y porque miras porno? –dijo- ¿es porno entre hombre y mujer o entre hombres? Yo le comente que miraba porno entre hombres y que sentía que me gustaban los tipos pero que sabia que era pecado y por eso necesitaba contárselo….
Me contesta que Dios nos perdona a todos y que el tema de ser hombres es complejo, que por necesidad biológica a veces es necesario expulsar esos fluidos, yo también al bañarme me masturbo -comentó el padre…
Para esto yo ya estaba al palo malll, se me salía el corazón de la adrenalina que me generaba la situación. Noto el bulto en su pantalón, y que me miraba fijamente mientras me hablaba detrás de esa especie de tejido que tiene el confesionario, solo atine a mirarle el bulto y se lo agarra, ¿te gusta? -me dice, y yo le asentí con la cabeza.
Salio del confesionario y me dice que lo acompañe, que si aparece alguien que diga que soy su amigo. Me lleva hacia el campanario, donde guardan los manteles, las velas, las copas, floreros, y la ropa de los sacerdotes, cierra la puerta con llave, y se acerca hacia mí y me come la boca. Nos besamos fogosamente y nos acariciamos los bultos que se frotaban uno con el otro en el franeleo se saca el pantalón y para mi sorpresa, una pija no larga pero si gordita venosa y cabezona, encorvada hacia la derecha como una banana baje y comencé a olérsela y fregarme sus pelitos recortados con olor de pija de un día, y empecé a chupársela despacito, gemía de placer el HDP. Me agarro de la cabeza me subió y me beso como oliendo y saboreando el sabor de su pija en mi boca, luego el se agacha y se mete mi pija, de una en su boca, mamaba como un ternero sediento de leche, así estuvo mamándola bien rico mientras se pajeaba arrodillado ante mi poronga. Yo ya no daba mas de la calentura y le dije que me venia la guasca, y dijo que se la de en la boca, el muy puto me hizo acabar adentro de su boca llegando a su garganta ufffff que placer, siguió lamiéndomela por unos instantes y luego sube y pone su cara frente a la mía, fuera de si, caliente con leche en su barba, mientras se pajea, yo lo beso y siento sus labios y lengua caliente con el sabor de mi pija y de mi leche, lo sigo besando hasta que siento que gime como una bestia, y su leche cae a borbotones caliente y espesa sobre mis piernas y mi ombligo. Luego de eso nos miramos y nos empezamos a reír por la situación, nos vestimos, y quedamos en vernos otra vez.
Gracias Padre Esteban por sacarme todos mis pecados, ojala lo vuelva a ver….
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