La hepatitis C es una enfermedad sumamente estigmatizada. El hecho de revelar el diagnóstico de VHC puede causar ansiedad a muchos niveles. Las ramificaciones de esta noticia pueden ejercer impacto en la situación médica, marital, familiar, en la cobertura médica y en otros aspectos de la vida.
Esta nota surgió como corolario de varios casos de pacientes que están atravesando por esta situación. Algunos fueron con muy buenas intenciones a decir a la gerencia de recursos humanos en forma verbal que era lo que les pasaba, que cobertura tenían con su obra social y se encontraron despedidos “por reestructuración de sector” ipso facto.
Nunca te van a decir en la cara que te despiden por tener hepatitis.
Se puede contraer hepatitis C al:
- Mediante relaciones sexuales.
- Recibir prácticas medicas con mala esterilización
(odontólogo, podólogo, etc.) - Pincharse con una aguja contaminada con sangre infectada (trabajadores de la salud pueden contraer la hepatitis C de esta forma).
- Compartir agujas para inyectarse drogas.
- Ser nacido de una madre que tiene la hepatitis C
Los sentimientos comunes que se experimentan cuando uno se plantea revelar el seroestado VHC son:
- Miedo a ser tratados de forma diferente
- Miedo a ser rechazados por amigos y seres queridos
- Temor a la hora de buscar tratamiento médico y de que el VHC quede reflejado en el expediente médico
- Miedo de que las compañías de seguro médico y de vida se nieguen a dar cobertura
- Temor a infectar a los seres queridos
- Miedo ante la muerte
- Miedo a ser tratado como una enfermedad en lugar de como una persona
- Temor de perder el control de las funciones corporales y la propia vida
- Miedo a perder el empleo
Temor a la violencia cuando se comunique a otra persona que se le ha puesto en peligro de infectarse con el VHC, la ignorancia es fuente de todo miedo.
Casi todos estos problemas pueden facilitarse procurando el apoyo profesional, psicólogo, medico, abogado o de otras personas en una situación similar cuando se vaya a dar la noticia a familiares, amigos o conocidos del trabajo. Es importante enfocar la situación desde todos los ángulos antes de revelar el seroestado VHC, sopesando las posibles consecuencias personales y profesionales.
Es esencial reflexionar meticulosamente antes de revelar el seroestado VHC en el ambiente laboral. La Ley Argentina dispone en este caso, como en el de los pacientes HIV, la comunicación en forma fehaciente, es decir por telegrama laboral o carta documento. Donde se informa de esa situación y de los pasos a seguir orientado por tu médico infectologo. Está probado que decirlo en forma verbal pone al empleado en un estado de vulnerabilidad laboral que no es aconsejable. La consulta al abogado en esta instancia no está demás.
Algunas preguntas que deben plantearse antes de revelar del seroestado VHC en el ámbito profesional son:
- ¿Cómo va a afectar al ambiente de trabajo cotidiano?
- ¿Cómo va a influir en los futuros ascensos laborales?
- ¿Cómo afectará a las relaciones con los compañeros?
- ¿Es realmente necesario contarlo en este momento?
Si la enfermedad es sintomática, puede ser útil revelar el diagnóstico para que el empleador conceda determinadas facilidades. Dar la noticia puede ser más importante aún cuando se esté pensando en iniciar un tratamiento anti-VHC, por la posibilidad de que aparezcan efectos secundarios moderados o intensos. Estos efectos secundarios pueden exigir la modificación del horario laboral, cambios en las responsabilidades del puesto de empleo y otras facilidades.
Conclusión
La decisión de revelar el seroestado VHC es algo que cada persona debe sopesar minuciosamente en función de sus circunstancias particulares. Los cuidados y el apoyo de los amigos y seres queridos pueden resultar muy beneficiosos a la hora de aprender a vivir bien con el VHC. Al mismo tiempo, revelar la noticia de forma innecesaria, prematura o poco planificada puede causar muchos problemas. Es importante contar con información precisa y fiable sobre la hepatitis C cuando vaya a comunicarle a alguien su seroestado. También puede ayudarle consultar las posibles ventajas y dificultades con un asesor o con otras personas que vivan con el VHC antes de tomar la decisión. Los grupos de apoyo (en persona o por Internet) pueden ser un buen lugar para comentar aspectos de la revelación del seroestado, tales como las decisiones que han tomado otras personas y el resultado que obtuvieron.
Probablemente, el mejor consejo que puede darse a una persona que acaba de recibir el diagnóstico es “no tenés por qué contárselo a nadie hasta que no estés listo”. De hecho el estrés de pasar por esta situación no es nada bueno para la patología de base, la hepatitis C. Pero recordá que sí es importante comunicárselo a los profesionales médicos para que puedan controlar su salud.
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